Temporada invernal: ¿qué vitaminas toman importancia durante esta época?

Temporada invernal: ¿qué vitaminas toman importancia durante esta época?

Temporada invernal: ¿qué vitaminas toman importancia durante esta época?

 

Durante el invierno, es frecuente sentirse más cansado y tener una mayor tendencia a enfermarse o contraer una gripe. Una forma de combatir estos síntomas es a través de una alimentación completa y un correcto aporte de vitaminas y minerales.

En este artículo, te cuento a qué vitaminas le tenés que prestar atención durante el invierno y por qué son tan importantes para nuestro organismo.

Vitamina A: es muy importante para la salud de nuestra piel, ojos y sistema inmunológico. También ocupa un importante rol en el desarrollo y crecimiento de los huesos y dientes. Algunos alimentos ricos en esta vitamina son el hígado, zanahorias, batatas, calabaza, espinaca y brócoli.

Vitamina C: esta vitamina es esencial para el crecimiento, la reparación y el desarrollo de distintos tejidos de nuestro organismo. Contribuye al fortalecimiento del sistema inmunológico, la curación y cicatrización de heridas y el mantenimiento de la salud de los huesos, cartílagos y articulaciones. Las bajas temperaturas invernales nos vuelven más susceptibles a algunas enfermedades, por lo cual tenemos que prestar especial atención para que no nos falte esta vitamina. La podemos encontrar en alimentos cítricos como naranja, mandarina, en frutillas y kiwi, arándanos, ananá, y algunos vegetales como el brócoli, tomate, morrón.

Vitamina D: esta vitamina tiene múltiples funciones en nuestro organismo, dentro de las cuales podemos mencionar la contribución a mantener normales los niveles de calcio en sangre, el mantenimiento de la salud de nuestros huesos y dientes y el funcionamiento normal de nuestros músculos. El mayor aporte de esta vitamina se da a través de la exposición a la luz solar. En los meses de invierno, esta exposición disminuye considerablemente, por lo que es esencial que la obtengamos a través de los alimentos o la suplementación. Algunas de las mejores fuentes de vitamina D son los pescados azules y sus aceites, el hígado, los productos lácteos y la yema de huevo.

Vitamina E: es un potente antioxidante. Ayuda a combatir el daño en nuestras células y tejidos ocasionado por radicales libres, evitando el envejecimiento prematuro de nuestra piel, pelo y uñas. Ayuda también a reparar cicatrices y quemaduras. Su consumo adecuado es fundamental para mantener el bienestar de nuestra piel en los meses de invierno. La podemos encontrar en alimentos como aceites vegetales; hortalizas de hoja verde: espinaca, acelga; nueces; semillas y palta. 

Vitamina K: esta vitamina es necesaria para una correcta coagulación de la sangre y para mantener a nuestros huesos saludables, contribuyendo a su formación y mantenimiento. Algunos alimentos fuentes de vitamina K son las hortalizas de hoja verde como las espinacas, acelga, lechuga y brócoli; aceites vegetales; carnes; quesos y huevo.

 

Es importante destacar que la forma más eficiente de obtener un correcto aporte de nutrientes es a través de una alimentación variada, equilibrada y completa que incluya distintos vegetales, frutas y  proteínas de buena calidad.

En caso que se presenten dificultades para obtener los diferentes tipos de vitaminas a través de los alimentos, es necesario evaluar la posibilidad de tomar suplementos vitamínicos para prevenir deficiencias.

 

Paula Borrescio
Lic. en Nutrición (UBA)
MN 10841