Los radicales libres son sustancias de desecho producidas por las células a medida que el organismo asimila los alimentos e intercambia con el ambiente. Si el cuerpo no puede procesar y eliminar estos radicales libres de manera eficiente, puede producirse estrés oxidativo. Este aparece también como consecuencia de la falta de antioxidantes para contrarrestar su efecto, provocando múltiples efectos negativos en el organismo, afectando a nuestro sistema cardiovascular, pulmones, articulaciones, piel y riñones.
En cuanto al ejercicio físico, hoy en día se sabe que el deporte de alta intensidad o de larga duración puede aumentar la producción de radicales libres e inducir daño en varios tejidos, disminuyendo la circulación de los antioxidantes.
Es por esto que, para combatir el estrés oxidativo y los radicales libres, muchos deportistas recurren a la suplementación con multivitamínicos. Esto resulta especialmente útil cuando no llevan una alimentación del todo completa, para contrarrestar la falta de vitaminas y minerales, de conocido efecto antioxidante.
Como se mencionó, los antioxidantes son sustancias químicas que ayudan a detener o limitar el daño causado por los radicales libres. Los podemos encontrar en diversos alimentos en forma natural o también en suplementos.
¿Cuáles son algunos de los antioxidantes que nos pueden ayudar a contrarrestar los efectos de los radicales libres?
Es uno de los antioxidantes lipídicos más importantes gracias a su capacidad para captar el oxígeno. Al impedir la oxidación de las membranas celulares, permite una correcta nutrición y regeneración de los tejidos. Se encuentra presente principalmente en aceites vegetales (girasol, maíz, soja, oliva).
Los betacarotenos actúan atrapando radicales libres. Se encuentra en cantidades importantes en muchos vegetales como zanahoria, zapallo, espinaca, etc., generalmente en forma de betacarotenos, También se encuentra en huevos, productos lácteos e hígados de peces y animales.
Tiene acción como antioxidante y agente reductor. Puede actuar fuera de la célula, conjuntamente con la vitamina E, en la prevención de la oxidación lipídica. Los alimentos fuente de esta vitamina son las frutas (cítricos, frutilla, kiwi) y las hortalizas (morrón, perejil, coles, cebolla) frescas y crudas.
En resumen: en las situaciones en las que puede ser necesario consumir más cantidad de antioxidantes por una mayor producción de radicales libres, como por ejemplo actividad física de alta intensidad, una dieta equilibrada acompañada de una correcta suplementación con antioxidantes, puede ser una excelente opción para paliar los efectos del estrés oxidativo. Es importante resaltar que previo a realizarse cualquier suplementación, debe tenerse en cuenta cuál es el objetivo de la misma, así como qué suplementar, cuándo suplementar, la dosis adecuada y la duración óptima.